Desde la música, hay un plan que siempre resulta encantador: ir a un lugar a escuchar a una banda de jazz. Desde la imaginación, recreamos ese momento con la misma foto de siempre: un bar en Nueva Orleans, con luces tenues. Los clientes habituales se mezclan con algunos forasteros que se ubican en una mesa cercana al escenario para beber algo especial. Los músicos hacen su entrada y, sin decir muchas palabras, deciden comunicarse con el público a través de los instrumentos.
Desde la realidad, tan nuestra y tan cercana, nace una recomendación: en Mendoza hay un lugar que nos ofrece el plan de escuchar jazz en un entorno que se asemeje al de nuestra imaginación.
Ahora organizamos la idea: todos los miércoles hay un Ciclo de Jazz en la Cantina del Juglar, ubicada en la calle Irigoyen 27, de la ciudad. Las luces son tenues, las mesas están cerca del escenario y los músicos que presentan este ciclo de “Jazz de Miércoles” son Felo Barbosa, Fede Chavero y Marce Narváez. Sí, también son hombres de pocas palabras pero fieles a sus instrumentos logran, con la experiencia y el profesionalismo, que el ritmo del jazz se convierta en lo mejor que la mitad de la semana puede ofrecer.
Grupos de amigos, parejas y turistas se acercan cada miércoles a la Cantina del Juglar para que el plan, la imaginación y un muy buen jazz se fusionen con una copa de vino y un plato caliente. Una experiencia agradable donde la música nos hace viajar alrededor del mundo, y en estos tiempos difíciles el convite no es poco.